Dos primos de la tribu beduina de Ta´amira, Muhamad A´Dib y Jumma Muhamad, descubren accidentalmente a inicios del 1947 los 3 primeros rollos que estaban en una jarra de cerámica en el momento que una cabra de su rebaño se extravió dentro de una caverna que luego se llamaría la Caverna 1. Días después encuentran en esa misma caverna cuatro rollos más.
Estos primos se encuentran con un zapatero de Belén llamado Jalil Iskandar Shahin, apodado “Kando”, un árabe cristiano de la Iglesia Ortodoxa Siria, quien también se dedicaba al comercio de antigüedades. De acuerdo al rumor (nunca confirmado), se cree que los beduinos estaban interesados en que Kando fabricara sandalias con el cuero de los rollos.
Kando, sin embargo, recomendó que esos rollos valdrían más como antigüedades y los convenció para que él mismo se encargue de venderlos.
Kando se contacta con el Obispo Metropolitano de la Iglesia Ortodoxa Siria, Athanasius Yeshue Samuel, y le vende los rollos por la suma de USD 100 los cuales se dividen dos tercios para los beduinos y un tercio para él.
Al profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, el reconocido arqueólogo Eleazar Lipa Sukenik, le llegan rumores sobre unos rollos antiguos encontrados en el Mar Muerto. Viaja en bus a Belén y realiza una prueba paleográfica confirmando que efectivamente los rollos son de la época del Segundo Templo. El Prof. Sukenik compra 2 rollos de su propio dinero y un mes más tarde compra un tercer rollo. Quiso comprar los otros cuatro rollos, que estaban en manos de Athanasius, pero su dinero había acabado y el banco no le aprobó un préstamo.
Athanasius tenía en su poder 4 rollos y, luego de confirmar con especialistas de la American Schools of Oriental Research, de que los rollos eran de fines del segundo siglo antes de la era común decide llevarse los rollos a Beirut y luego a los Estados Unidos. La guerra había estallado entre árabes y judíos a fines del 1947. Athanasius temía que algo le sucediera a los rollos y además confiaba que en los Estados Unidos pudiese conseguir un buen comprador.
Los 4 rollos en manos de Athanasius quedaron guardados en una caja fuerte durante años. Los exorbitantes valores que Athanasius exigía no tuvieron demanda por parte de potenciales compradores. En el año 1954, el reconocido arqueólogo y general retirado del ejército israelí, el Prof. Yigael Yadin, hijo del Prof. Sukenik, estaba de visita en New York cuando un periodista le mostró un aviso en el Wall Street Journal en donde se ofrecían a la venta “Los Cuatro Rollos del Mar Muerto”.
Yigael Yadin, mostró un interés muy grande y, temiendo que Athanasius no quiera venderle a israelíes (temor que resultó ser cierto), se contacta secretamente con intermediarios neutrales y luego de una extensa negociación, los Rollos del Mar Muerto fueron adquiridos por el gobierno de Israel por la suma de USD 250.000.
Los cuatro Rollos del Mar Muerto, que el Prof. Sukenik, padre de Yigael Yadin, no pudo adquirir por falta de fondos en el 1947, fueron recuperados ahora por su hijo que orgullosamente llevó esos cuatro rollos a Jerusalén.
Al poco tiempo de su regreso a Israel, Yigael Yadin creó el fondo para la creación del Santuario del Libro que finalmente sería inaugurado en el 1965 con el fin de proteger y preservar los primeros siete Rollos del Mar Muerto. Hasta el día de hoy podemos ver esos mismos rollos en el Santuario del Libro, en el Museo de Israel en Jerusalén.
Fuentes:
- The Dead Sea Scrolls, Qumran and the Essenes. Magen Broshi (2010), The Ben-Zvi Institute.
- The Faces behind the Scrolls: https://www.imj.org.il/en/exhibitions/faces-behind-scro?lls-0